Procurar QUE EL FUEGO NO NOS RODEE. Hay que tener siempre garantizada la huida.
SI EL FUEGO ES PEQUEÑO (por ejemplo una sartén, papelera o enchufe que arde), puede ser suficiente con arrojar encima una manta o similar, para apagarlo.
Si el fuego se origina en una habitación y SI NO HAY RIESGO, CERRAR PUERTAS Y VENTANAS. De esta manera entrará menos oxígeno y el fuego se debilitará.
Si el INCENDIO ES DE MAYORES PROPORCIONES, aunque se intente sofocar mediante el extintor u otros medios, HAY QUE LLAMAR AL TELÉFONO DE EMERGENCIAS 112 y pedir ayuda a los vecinos/as.